Cuando un cliente quiere contratar servicios de comunicación con nosotros, posiblemente se refiera los grandes clásicos como las relaciones públicas o creación de contenido para webs. Los más puestos en nuevas tecnologías, también requerirán servicios de social media.
Cuando un cliente quiere contratarnos los servicios de SEO (Search Engine Optimization, o también conocido como posicionamiento en los buscadores) lo que espera muchas veces es un SEO old school basado en entregarle a fin de mes un listado larguísimo de enlaces. Algo que podía funcionar años atrás, pero que hoy en día carece de sentido, ya que Google valora cada vez más la experiencia del usuario, más allá de la relevancia externa.
La cuestión aquí reside en que la comunicación y el SEO ya no pueden separarse. Es decir, la optimización para buscadores no es (solamente) crear enlaces –y más desde la última actualización del algoritmo de Google- si no que hay generar contenido. Contenido de calidad, único, relevante e interesante. Contenido que se quiere compartir, que aporta algo al usuario. Y sobre todo; que ayude a Google a comprender de qué va nuestro negocio, y a quién va dirigido.
Así que el SEO en si mismo debe ser una estrategia integrada dentro de la comunicación. No tiene lógica crear un contenido maravilloso que no llega a nadie o crear webs sobreoptimizadas pero que los usuarios aborrecen. La clave está recordar esas sabias palabras populares: menos es más. Y como siempre, lo más importante en publicidad: lo bueno, si es breve, dos veces bueno.
En este mundo 2.0 con la gente conectada al minuto, conseguir atención es muy difícil (o a veces, sin querer, se consigue demasiada). No se puede generar content marketing sin sentido, hay que avanzarse y tener un plan estratégico flexible que permita responder a posibles imprevistos (como crisis de reputación o virales indeseados). Y además, hay que analizar las tendencias, estar al día de lo que se cuece en Internet. Por suerte, existen muchísimas herramientas que nos ayudan a comprender la dimensión social de nuestros targets (más allá de la demográfica), como por ejemplo Google Trends.
Puede ser mucho más potente un solo enlace en Twitter compartido por centenares de usuarios que 10 enlaces de guest blogging basura. Puede ser mucho más potente un enlace en un portal empresarial de opiniones (como Yelp o Google Local) que 300 enlaces de granja. Pero no es suficiente con tener ahí un link, tiene que tener un contenido elaborado en base a dos premisas: la optimización para el buscador y el interés para el usuario. Algo que ambos puedan y quieran leer.
La comunicación y el SEO ya no pueden separarse. Deben retroalimentarse, y no funcionará ninguno de los dos si no comparten sinergias. ¿Todo el mundo debe hacer enlaces? ¿Todo el mundo debe hacer branded content? Dependerá de cada cliente. Por eso en Parliando, elaboramos planes de comunicación y SEO personalizados a cada caso, no nos limitamos a tener un checklist que completar. Error muy común, por cierto, en la mayoría de empresas de SEO que no tienen ni idea de marketing o comunicación.